mi madre quería tanto a mi padre que sé que hubiese preferido que se largase en el último tren con una peluquera veinte años menor, que verle morir de cáncer un 31 de marzo.
No quedan sitios donde esconderse y reír sin que nos duela, mi general. Para llorar tenemos todo el mundo entero, para calendarios el mes de abril, año por año.
No quedan sitios donde esconderse y reír sin que nos duela, mi general. Para llorar tenemos todo el mundo entero, para calendarios el mes de abril, año por año.
ResponderEliminarCómo pudo sucederte a ti.
ResponderEliminar