jueves, 28 de abril de 2016
Gigantes
Antes, mucho antes
de la crisis del ladrido,
de las cláusulas cielo,
antes del olor de los libros
a través de las pantallas,
de las clases de pilates,
del running de los sanchos sin panza,
del culo firme y la frente marchita.
Antes, incluso mucho antes
de que Dulcinea se largase a Benidorm
con un jubilado de provincias,
los cánceres o el Alzheimer,
don Quijote hipotecó por amor
al arte
molinos,
que en algún lugar de la Mancha
de cuyo nombre ahora lucha
por acordarse,
le visitan en la residencia cada domingo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Genial actualización, seguro que Sancho no lo habría dicho mejor ;)
ResponderEliminarhttp://elvirayyo.blogspot.com.es/